Método ABN

Método ABN

Este método transforma la forma tradicional de aprender matemáticas, centrándose en la comprensión y el razonamiento lógico desde edades tempranas. Utiliza de forma activa material manipulativo (palillos, regletas, fichas, rectas numéricas…) para que los niños visualicen, toquen y comprendan conceptos como la descomposición de números, el valor posicional o las operaciones básicas. El ABN favorece el cálculo mental, el pensamiento flexible y el aprendizaje significativo a través de la experimentación.

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¿Cómo entiende este método el aprendizaje de las matemáticas?

El método ABN (Algoritmos Basados en Números) apuesta por enseñar matemáticas desde la lógica, la comprensión y el sentido común. Los niños no memorizan pasos fijos, sino que aprenden a descomponer números, razonar y resolver operaciones de forma flexible, con estrategias que entienden y que pueden adaptar según la situación.

¿Qué papel tiene el niño o la niña dentro del proceso?

El alumno es el verdadero protagonista: construye el conocimiento desde su propia forma de pensar y su ritmo. Se le anima a explicar lo que hace, a experimentar y a resolver de distintas maneras, ganando autonomía, seguridad y confianza en sus capacidades.

¿Qué beneficios aporta este método en etapas tempranas?

En Infantil y Primaria, el método ABN ayuda a que los niños entiendan el valor posicional, las operaciones básicas y el cálculo mental de forma natural y significativa. Además, fomenta la creatividad, mejora la actitud hacia las matemáticas y refuerza la autoestima desde muy pequeños.

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Material Manipulativo con el Método ABN

Porque permite a los niños visualizar y entender el valor de los números y las operaciones de forma concreta y significativa. Les ayuda a construir el conocimiento desde la acción y el razonamiento, no desde la memorización.

Se utilizan materiales sencillos y cotidianos como palillos, tapones, fichas, rectas numéricas o regletas. Estos objetos permiten representar cantidades, descomponer números y trabajar las operaciones de forma clara y tangible.

Los niños manipulan estos objetos para representar y resolver problemas reales, siempre de manera activa y participativa. El docente guía el proceso, pero es el alumno quien explora, prueba y justifica sus estrategias.